Rossana Schiarantolla

Maradona lo llamó mafioso. Bilardo quiso desbancarlo y se postuló a la presidencia de la AFA. Grondona, el tercer nombre fuerte del fútbol argentino de las últimas décadas, los reunió a los dos en un proyecto que terminó como terminó. Y en otra jugada genial, logró que Bilardo quedara como el responsable de la salida de Maradona. En el medio, el escándalo del que se ríe la prensa internacional y los hinchas de todo el mundo pero que no servirá como revulsivo para la refundación. Nada cambiará, ¿o algún otro dirigente se atreverá a proponer los cambios evidentes y radicales que se necesitan? Maradona, Bilardo, Grondona le ponen el apellido a una realidad.

“Traición” fue la palabra que usó Maradona para definir a Bilardo. No fue la que usó Riquelme cuando anunció su renuncia a la Selección porque “con este técnico no pensamos igual”. Grondona y Bilardo sabían que estaba instalada la sospecha de que Maradona había desestabilizado a Basile con la ayuda de algunos referentes. Nunca lo hablaron con Maradona.

Para no convocar a Bianchi y cumplir con el reclamo histórico de “una oportunidad” para Maradona en la Selección, Grondona le dio el cargo. Pero le puso a Bilardo al lado bajo el pomposo pero insignificante título de “director de Selecciones Nacionales”. Maradona blanqueó el caso: “lo pusieron por si yo me caigo” . Grondona y Bilardo nunca lo desmintieron y dejaron hacer. Y Maradona hizo sin que jamás lo pusieran en caja, más allá del enroque de Enrique por Lemme, aceptando a Mancuso al que Bilardo, ahora, define sin nombrarlo como “bichito”.

Aunque dijo que su equipo sería “Mascherano y 10 más” , el técnico convocó 17 volantes centrales durante su gestión. Cuanto menos puede pensarse en un técnico ineficaz, dubitativo o timorato. Pero Grondona y Bilardo estaban al tanto de que muchas convocatorias estaban sospechadas de esconder una promoción de futbolistas. Los nombres son conocidos: Prediger y Bertoglio, de Colón, o Jara, de Arsenal, curiosamente. Si el presidente de la AFA y el director de Selecciones Nacionales sabían, como sabían del rumor, ¿por qué nunca se supo que al menos hubieran conversado sobre este tema ríspido con Maradona? Ni hablar de que esos rumores escondieran una verdad. El miércoles, en su programa de radio, Bilardo dijo que “ningún empresario me dio plata por poner a un jugador” . ¿A cuento de qué lo recordó cuando intentaba la primera defensa de las acusaciones de Maradona? El frustrado amistoso de Dubai previo al viaje a Sudáfrica fue otro punto delicado: ese partido “lo acercó” el técnico.

¿Por qué se llegó a Pretoria con semejante bomba de tiempo? Hay claros responsables. La eliminación en Ciudad del Cabo activó el mecanismo. Si Argentina hubiera tenido otro final en el Mundial, nadie hablaría de mentiras ni traiciones ni nadie debería aclarar lo que está bastante oscuro.

Despreciado públicamente por Maradona, ninguneado absolutamente, ¿por qué Bilardo aceptó semjante humillación de vivir casi a escondidas en Pretoria? Sería bueno que Grondona explicara por qué no rescató a su “director de Selección Nacionales” de esa situación. Sea cierto o no que fue quien traicionó a Maradona, a Bilardo le ha quedado la etiqueta pegada en el imaginario popular porque la palabra de Maradona, equivocada, errada, disparatada, sigue teniendo poder. El tema de fondo es que a la Selección le queda un Bilardo “director” desprestigiado y desautorizado.

Ser, estar, pertenecer son distintas formas de mantenerse en el negocio. La Selección es uno grande y todos quieren su parte, sobre todo si se cree que hay derechos adquiridos. Grondona conserva a salvo la tesorería de la AFA porque el cachet del equipo no se devaluará por la ausencia de Maradona. En su rédito político no serán pocos quienes le acreditarán haber sacado a Maradona, sin preguntarle por qué lo puso. Y el año que viene irá por otro mandato en la AFA mientras conserva vicepresidencia de la FIFA. Mancuso dice que Maradona ya tiene una oferta de Brasil mientras el astro acaba de poner en el freezer su presentación del domingo en El Show del Fútbolaunque ya había arreglado los términos económicos porque quiere esperar a la meneada conferencia de prensa de Bilardo anunciada para el lunes, en el hotel Intercontinental.